LOS JOVENES Y ALCOHOLICOS ANONIMOS
Por invitación de los compañeros aniversaristas, he escrito
estas notas intentando escribir sobre el tema de los jóvenes y alcohólicos
anónimos como un aporte en la información pública sobre el programa.
La juventud es la etapa más bonita de la vida, la etapa de los
sueños, de la energía, el tiempo en que creemos poder hacer todo. Es la etapa
en que vamos forjando nuestro destino frente a la vida. Tenemos inquietudes,
grandes metas. Los que tienen la oportunidad es la etapa de formación para
tener una carrera. Los que no lo tienen, es cuando trabajan con tanta energía.
Es la etapa también que nos abrimos a sentimientos nobles, la solidaridad, el
servicio, la rebeldía, nos manifestamos
contra la injusticia, ante las situaciones que contradicen lo bueno en la
sociedad y lo más importante nos abrimos al amor, y de igual modo desarrollamos
nuestra sexualidad.
Sin embargo en la juventud podemos experimentar nuestros
dolores, nuestros sufrimientos, nuestras equivocaciones, frustraciones, odios.
Con tanta energía, nuestros sentimientos reprimidos los podemos manifestar con
violencia, con energía negativa. Nos abrimos de igual modo a experimentar, a
probar, así caemos en el alcohol, drogadicción, canalizamos nuestras energías
en grupos que destruyen, maras, etc.
Todo lo que vivimos en la juventud se va gestando desde la
experiencia de la niñez. Si hemos tenido una familia desintegrada, si hemos
sufrido violencia, si hemos tenido un hogar desintegrado, con alcoholismo del padre.
Si hemos vivido los efectos de la emigración. Si hemos sido víctimas de abusos
de todas índoles. Todo esto se va manifestando en nuestro comportamiento.
De igual modo lo contrario, si hemos tenido la oportunidad de
crecer con valores, si hemos experimentado amor, comprensión. Todo eso va a
influir en nuestro comportamiento en la juventud.
La sociedad tiende mucho a señalar a los jóvenes cuando hay
efectos negativos en su comportamiento. Es lógico, es el joven el que
manifiesta con energía sus sentimientos, sean buenos o malos, sean positivos o
negativos. Pero si canalizamos esa energía, veremos todo lo contrario,
encontraremos en los jóvenes dedicación, generosidad, servicio, amistad y
tantas cualidades que saben expresar.
Por eso me atrevo a afirmar que toda esa generosidad, bondad
de los jóvenes, los adultos los podemos manipular. Así vemos, quienes son
soldados, quienes van a la guerra, no son los adultos, no son los políticos,
son los jóvenes a quienes ponemos como carne de cañón.
Quienes venden drogas, son los adultos, quienes tienen cantinas
son los adultos, quienes hacen sus grandes negocios los adultos, nuestros jóvenes
son las víctimas. Quienes ponen los negocios de prostitución, son los adultos y
utilizan mujeres jóvenes. Así contemplamos todos los problemas de la sociedad,
los jóvenes son víctimas de los adultos.
Por lo tanto, sin ánimo de justificación, los jóvenes tienen
que ser sujetos de nuestra atención, tenemos que ponerle atención, tienen que
ser objeto de nuestro amor, tenemos que escucharlos. Generalmente cuando hay
errores tendemos a prohibir, a condenar pero no a ponerles atención, a dialogar
con ellos, a tomarlos en cuenta.
Ciertamente hay rebeldía, pero todo eso se puede canalizar.
En la problemática actual de nuestros días, particularmente
en nuestro pueblo, se ha dado el
fenómeno de suicidio en nuestra juventud, nadie hace nada, solo despertamos el
morbo de los chismes y esperamos que viene o quien será el próximo; se ha
prohibido la locomoción, creyendo con esto que vamos a fortalecer la seguridad.
Sin embargo, ¿cuántos programas de atención a la juventud? ¿Cuántos programas
de prevención? Hay maneras de atención a través del deporte, pero aquí la
autoridad se ha encargado de dividir y
confrontar a los jóvenes que están implicados en el futbol, hay muchas
disciplinas deportivas pero quien los promueve. De igual modo en la rama del
arte, la música.
Se vale soñar, veo en mis compitas jóvenes que están llegando
al programa, la alegría genuina, la ilusión de la vida, han retomado sus
estudios, tienen sueños, han reconstruido sus relaciones familiares. Así que
hay posibilidades. Seguramente en otros ámbitos de la sociedad se puede hacer
mucho, por ejemplo las iglesias, las escuelas. Todos tenemos un gran reto para
ayudar a nuestros jóvenes, especialmente en el seno de la familia. Demos más
tiempo, muchas veces nos contentamos con
comprarles cosas, satisfacer sus caprichos pero pocas veces les damos tiempo.
Este tema no se agota. Yo viví la experiencia de la
migración, cuánta de nuestra juventud ha tenido que buscar oportunidades en
otros lados, porque aquí no hay oportunidades, no olvidemos que la riqueza de
un pueblo es su juventud y si la descuidamos nos empobrecemos. Veamos que está
pasando con nuestros niños, adolescentes y jóvenes en la frontera con Estados
Unidos, esta realidad nos hemos hecho famosos en el mundo como país por exportar gente y aquí les
cerramos las oportunidades, mientras nuestros políticos y gobernantes se hacen
ricos con los recursos de la nación con tanta corrupción y demagogia.
Así que la tarea es de todos. Animo a todos los jóvenes
presentes a que sigan esa hermosa lucha por la vida y la felicidad que es el
objetivo último de AA.
Escrito por: David L.