Dar gracias es una acción que ennoblece, que hace grande.
Estos días en EEUU es una fiesta, todos celebran el DIA DE GRACIAS o lo que muchos llaman el día del Pavo. Es
una fiesta grande en este país.
Esto me hace pensar sobre la palabra GRACIAS. Es una actitud
humana saber ser agradecido y hay mucho porque hacerlo: Dar gracias por la
vida, por ser, por las experiencias cotidianas, por el trabajo, por nuestros
seres amados, por los amigos, nuestros padres, nuestros hijos, nuestras
esposas, compañeras de vida, por los vecinos, por el viento, por el sol, por la
madre tierra, por cada flor, por el Universo entero. Pero de igual modo dar
gracias por los momentos difíciles, por las crisis personales que se vuelven
oportunidades, por los que no te quieren porque te hacen ver que no eres
ignorado, por los momentos negativos, por cada momento que vivimos y
especialmente a DIOS o como nosotros lo concebimos por tantas bendiciones
recibidas.
Seguramente cada uno desde su individualidad, desde su propia
experiencia tiene mucho porqué dar gracias. Cada uno de nosotros tiene su
historia personal y su mundo de relación. Cerrando nuestros ojos veremos todo
aquello que ha acontecido, lo que hemos sido, quienes han pasado en nuestras vidas,
nuestros aciertos y desaciertos, nuestros momentos felices y nuestros momentos
tristes, nuestros éxitos y fracasos. Contemplando esa película de nuestras
vidas, veremos historias que no se repetirán, personas que han pasado en
nuestras vidas y que han dejado huella y probablemente ya no están. Entonces
diremos GRACIAS por todo eso vivido y compartido.
En mi experiencia personal no hay más que un GRACIAS POR
TODO. Por todo lo vivido y ver que la hermosura de la vida es entender esa
maravilla de cada momento, con sus luces
y sombras. Es solo un decir GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.
Escrito por David López
Alamosa Colorado, noviembre del 2,014.