Meditando sobre la cotidianidad no es fácil caer en la cuenta
que la lucha por vivir tenemos en nuestras interrelaciones situaciones que
pueden complicar nuestra paz interior.
Hace días tuve un accidente de tránsito por querer hacer el
bien a unos ancianos. No fue fácil afrontar las situaciones, porque en una fracción
de segundos mi vida cambió, mi entorno estaba confundido, mi adrenalina estaba
elevada y buscaba de la mejor manera solucionar el problema. En una situación difícil,
solo y rodeado de personas con agresividad en los ánimos, buscaba en lo más profundo,
sabiduría, serenidad para afrontar la situación. Buscaba en mi mente personas
cercanas que pudieran auxiliarme, que pudieran darme una palabra de orientación,
ánimo y consuelo. Por otro lado tenía agresión,
amenazas. Conocí personas que se aprovechan de la situación para sacar ventaja.
Gente con poder y prepotencia. Centros
hospitalarios que son más un negocio que servicio y la precariedad de los
centros de salud del estado. Y lo que es terrible, las autoridades cooptadas y
nada que hacer. No más dejar venir los acontecimientos y vivirlos de la mejor
manera, no sé si puede decir mejor, total lo afrontamos.
Fue un dia de pesadilla, de aprendizaje, de asumir
responsabilidad, de conocimiento profundo en la interrelación humana con
desconocidos. Afronté situaciones en el lugar
del accidente, agresión de las personas en mí alrededor. Tome decisiones, viví
el viaje, estuve en hospitales. Luego de solventar todo, terminé el día con una
relación serena con las personas que tenían que ver en el accidente.
Situaciones económicas inesperadas, al final el dinero se puede conseguir de un
modo u otro. Creo a final actitudde
gratitud, no obstante lo vivido. Pudo ser peor. Sin embargo era como un limbo,
no podía creer que yo viviera esa situación, lo veía todo gris.
Experiencia vivida: prudencia, serenidad, fe y gratitud a
Dios por lo vivido. Todo puede volverse una vivencia positiva no obstante los
problemas. Mucho por aprender y conocimiento de los retos de la realidad de
nuestros país. Escrito por David López, Agosto del 2,019.