Cuando se
habla de la amistad, solo se entiende cuando se encuentran personas en el
camino con quien se tiene empatía y aflora un sentimiento de fraternidad aunque no tengan lazos de
consanguinidad. Ahora entiendo la verdadera amistad, en las buenas y en las
malas.
Hace muchos
años un joven emigró de Chiapas, México hacia las cumbres de los Cuchumatanes,
concretamente a San Pedro Soloma. Yo me encontraba en asuntos pastorales, muy
joven y compañía con otro sacerdote que era el párroco.
Aquellos
años eran difíciles, marcados por la presencia de patrullas de autodefensa
civil, rescoldos del conflicto armado. Pobreza y marginación era lo que predominaba.
En este
contexto llegó Vicente. Se integró a nuestro equipo, apoyó en manejo de
vehículos, en los diferentes proyectos, en las comunidades rurales. Su característica
fue ser siempre un hombre de buen humor, con muchas habilidades, entusiasta y
con mucho don de gente. Era bueno para cocinar y para motivar los convivios y
fiestas. Fue un privilegio contar con su ayuda y apoyo.
Con el
montamos un proyecto grande de salud y farmacias comunitarias, con el respaldo
de la UNICEF fuimos a capacitarnos a Medellín Colombia.
Asi varios
años de entusiasmo en el trabajo comunitario, hasta que cayó fulminada por un
infarto que acabó con sus fuerzas. Sin embargo lucho por vivir, un gran ejemplo
de perseverancia, de emprendimiento. La enfermedad no fue obstáculo para salir
adelante. Recuperó todo el amor y cariño de su familia no obstante las
desavenencias de la vida. Me decía que era el fin último y por lo que pedía
fuerzas a Dios.
Luego de
muchos años de vivir en Guatemala, emigró a Chiapas, donde paso los últimos años,
emprendiendo proyectos de apicultura con los campesinos. Vicente no se dejaba
morir no obstante la conciencia de que su corazón estaba dejando de funcionar.
Lo adoptamos
como hermano en el seno de mi familia.
Hoy se fue
Vicente, luchando por la vida. Me comunicaron esta mañana que falleció en
Ciudad de México. Dejó un gran legado de lucha y de perseverancia no obstante su enfermedad.
Que en Paz descanse mi amigo Vicente y mi condolencia a sus hijos y familia.
Escrito por David López
Septiembre del 2,019.