Por
azar del destino, en los últimos tiempos aunque alejado de la actividad que
ocupó mi vida por muchos años he estado involucrado en actividades que tienen
que ver con la vida de los jóvenes. Digo esto porque en el proceso de encontrar
espacios para realizar mi cotidianidad he tenido la fortuna de compartir y
convivir con jóvenes y he sentido su dinamismo, su entusiasmo y generosidad que
contagia y motiva.
En
grupos de terapia he convivido con
muchachos que con mucha esperanza le van encontrando sentido a la vida, su afán
por servir es generoso y en el florecimiento de esta experiencia veo con
esperanza un germen nuevo para construir
una sociedad más solidaria. En nuestra comunidad nadie se queja por los
acontecimientos sociales, mas van buscando con entusiasmo como ubicarse con
optimismo en las actividades que ocupan. Es un camino necesario para la
recuperación. Ojala y muchos más jóvenes se involucren en estos procesos, mucho
se puede lograr con el testimonio de los que actualmente están viviendo la
experiencia.
De
igual modo con otra organización en que estoy involucrado, los compañeros y su
servidor emprendimos montar un congreso juvenil, tiene que ver con el
emprendimiento y la creatividad, descubrir el sentido de vida y ver el rol en
la sociedad como alguien que puede crear, innovar. Una invitación a no ver los
problemas y dificultades como fracasos,
sino más bien verlos como oportunidades. De los fracasos y dificultades han
surgido las grandes innovaciones, los creadores. A no ver los impedimentos como
obstáculos sino como retos.
Los
jóvenes que participaron, más de trescientos, son estudiantes de último grado
de diversificado y primeros años de universidad. Vi en aquellos rostros, alegría
por lograr sus metas de estudio, quizás detrás de ellos muchas personas se
esforzaron, especialmente los papás. Sin embargo, al contemplar aquellos
rostros juveniles, hombres y mujeres, veía el reto del futuro. Muchos se
graduarían en una carrera con orientación a buscar un espacio ocupacional, de
trabajo. Es la realidad de cada año, cuanto joven se gradúa, pero viene la
pregunta, ¿después de esto que viene? Muchos irán a buscar trabajo, pero ¿dónde?
El estado no puede ser el único empleador, se ve su ineficiencia, su despilfarro
de recursos y los niveles de corrupción que genera desesperanza y esta
problemática no le interesa. Vemos de igual modo una iniciativa privada escaza,
especialmente en nuestros medios. Pocas fuentes de trabajo, no hay inversión y
poca motivación para que esto sea posible porque no hay políticas de estado que
motiven a esto, particularmente en el interior del país.
Contemplo
los rostros juveniles con un futuro incierto, ¿hacia dónde?, ¿qué vendrá?
Espero que muchos de estos jóvenes, al no encontrar como llenar sus
expectativas caigan en la frustración, en el riesgo de lo fácil. Muchos
probablemente emprenderán la marcha de la emigración. Muchos podrán seguir
estudios superiores, pero seguro la gran mayoría no podrá hacerlo.
Aquí,
el gran interrogante, ¿qué hacer? La
atención a jóvenes es urgente. No es cuestión solo discursos vacios. Ya vendrán
los políticos ofreciendo el cielo, pero sabemos que es oportunismo y demagogia,
si no, veamos cómo el partido oficial reparte recursos, ofrece empleos con
clientelismo e interés proselitista. Esto es basura y nos hunde más en el
abismo.
Quiero
llamar la atención con esta pequeña reflexión, tenemos mucho por hacer. Los
jóvenes lo demandan….
Escrito por: David López.
Octubre 5 del 2,014.
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