Hoy en el silencio del espacio que tengo en el Rancho de Don Julián, en
un ambiente apacible, donde el rumor lejano de los vehículos de la carretera,
la caricia del viento permiten elevar el pensamiento y hacer sensible y
consciente que somos viajeros en el tiempo, que la existencia es bella en medio
de los aconteceres personales y del entorno, sobre todo lo que sucede en la
vida cotidiana, en la sociedad y en la realidad del entorno mundial.
Los medios de comunicación, especialmente el internet, ha hecho que
ahora seamos una aldea global, estamos informados inmediatamente de todo lo que
acontece, y esto nos puede llevar a ver lo que sucede como algo rutinario, que no nos interpela
porque es algo que pasa sin retarnos.
Es preocupante pensar desde este
silencio y contemplar la realidad de nuestro país sobre todo en el ámbito político.
A mí me ha llevado a querer ya no
enterarme de nada, envuelto en mis faenas cotidianas y no me da tiempo ver las
noticias en los noticieros. Sin embargo en ese ajetreo del trabajo no puedo
pasar indiferente particularmente de lo que sucede: Los logros de las investigaciones
contra la corrupción es único en nuestro país pero es increíble que los
intocables, quienes han hecho gobierno, estén en la cárcel y están siendo
enjuiciados. Esto ha despertado un monstruo de oposición. Los sectores que
tradicionalmente han sido beneficiados y que han visto al país como su finca buscan desprestigiar y destruir estos logros.
Vemos por otro lado a un pueblo indiferente, que solo es espectactador, que no
le interesa. Una juventud de igual modo indiferente en su mayoría, sin
esperanzas, desempleada y que de igual modo, le importa poco lo que sucede.
En lo que concierne a nuestro lugarcito, es época de cosecha, todas las
mañanas, se ven personas con sus canastos que van a su faena. Seguramente con
la esperanza de trabajo y oportunidad en que este tiempo favorece a su economía
para agenciarse de algo de dinero. Esto se puede apreciar porque el comercio
fluye. Ojala y asi fuera en otros sectores del que hacer económico, porque esto
solo es temporal.
Hay tanto que contemplar que se hace necesario darse un espacio para
pensar reflexionar, pero que tiempo puede tener alguien que solo sobrevive.
Es una pena y tristeza ver que en el nivel local de igual modo que en
los niveles altos del gobierno, los males se reflejan. Corrupción, apatía,
conformismo.
Ya vienen los partidos políticos, vendiendo sus ofertas, buscando líderes
y otra vez lo mismo. ¿Tendremos esperanza que con todo lo acontecido, como ciudadanía
participemos de manera responsable?
Escrito por David López
21 de febrero del 2,018.
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