Las fiestas de fin de año especialmente Navidad y Año Nuevo
son propicios para hacer resaltar valores y buenos sentimientos. Así son
comunes los convivios, las celebraciones, los envíos por las redes sociales de
tarjetas y frases bonitas con todos los mejores deseos del mundo.
De igual modo la sociedad de consumo nos invita a gastar, a
comprar, nos hacen pensar en nuestras finanzas, los gastos que haremos, que
regalos, que comidas y muchos más.
Se hablará de PAZ y AMOR, valores profundos que tienen ver
con nuestras vidas, nuestras relaciones y creencias religiosas. Muchos harán el
esfuerzo de vivir en familia estas fiestas. No habrá más de algunas fiestas que
se hará énfasis en lo festivo y el uso excesivo de bebidas embriagantes.
Cada quien lo vivirá desde sus contextos y sus valores. Pero
todos diremos FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO.
Hay realidades que nos hacen pensar que estamos lejos de la
felicidad y la prosperidad en la actualidad mundial, nacional, local y
familiar.
Veamos en nuestro imaginario como una película de la vida y
podremos contemplar muchas escenas: Las guerras que aquejan al mundo, muchas
por la lucha de los poderes económicos otras por intolerancia y fanatismo
religioso, otras por ambiciones de líderes políticos que llevan al caos a sus países,
en fin podemos contemplar mucho. Pasan por mi mente los jóvenes de Ayotzinapan
en Guerrero México y lo que significa
los poderes paralelos del narcotráfico y la corrupción reinante en un país, de
igual modo la muerte masiva de presos en Venezuela, etcétera y etcétera.
Dando un vistazo a nuestra realidad de país de igual modo,
que felicidad prosperidad podemos desear
si solo llega a los líderes políticos que han aprovechado el poder para hacerse
ricos. Cuando vemos los poderes del estado copados por intereses de grupos.
Como podemos ser optimistas con el ambiente de corrupción y lucha de de poder
de grupos políticos que se compran y venden los puestos de elección popular.
Cuando vemos la situación económica inaguantable para la mayoría de la población.
Como poder desear felicidad y prosperidad cuando hay
violencia, inseguridad, narcotráfico. Cuando perdemos la confianza en las
autoridades que no representan ya los intereses de la nación. Veamos un
Gobierno que le interesa impuestos para reafirmar su imagen, para mantener su
status de corrupción, un Congreso denigrado con gente no solo corrupta, sino
pueden venderse y comprarse, sin mística, un Poder Judicial con dudosa
credibilidad, lerdo. Un Estado fallido. Poco tenemos para ser optimistas.
En nuestro entorno local de igual forma, no vemos liderazgos
claros. Un sentimiento de una sociedad dividida y desconfiada.
Sin embargo, las palabras de Feliz Navidad y Prospero Año
Nuevo resuenan, los sentimientos nobles se refuerzan porque es nuestra
naturaleza humana. Hay ejemplos personales de lucha y esperanza. Cuando vemos
familias sufrir y aprovechan esa situación para unirse, perdonarse, amarse.
Fortalecen los lazos familiares. Es un digno ejemplo. Cuando vemos acciones
solidarias sin ningún interés más que ayudar al prójimo. Cuando vemos personas
que luchan por salir del abismo en que se encuentran y quieren recuperar la
libertad de vivir con ilusión y alegría. La Humildad del Pesebre de Belén en la
persona de JESUS es fuente de inspiración.
Así mucho porque hacer aflorar los mejores sentimientos en
estas fechas y dejar por un lado y por momento lo negativo. Que la energía positiva
nos impulse a la prosperidad en el tiempo… FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO
PARA TODOS Y TODAS.
Escrito por David López.
Diciembre 12 del 2,014
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