Estamos en plena efervescencia electoral en nuestro país y
las ofertas se ven por doquier. Los postes y las aéreas que ofrecen visibilidad
llenas de pancartas, afiches. Hay entrevistas, foros, publicidad y que se yo un
sinfín de acciones para venderse al elector. Podemos ver como el partido
oficial, atreves de sus candidatos, condicionan las ayudas sociales del
gobierno a cambio de votos, particularmente lo que corresponde al ministerio de
desarrollo social, los empleados del gobierno a tiempo completo promocionando a
los candidatos oficialistas o lo que pasa en nuestro pueblito, utilizando
fondos y proyectos municipales, los empleados municipales trabajando en
propaganda. Ese es el espectro electoral, invertir para llegar a cobrar, las
viejas acciones politiqueras. Se llenan picops de personas para ir a
promocionarse a diferentes comunidades, ayer tristemente fuimos testigos de un
accidente con personas que iban hacia esa actividad.
De igual modo se hace énfasis en planes de gobierno, y en ese
afán de venderse se presentan una serie de acciones a ejecutar que no se sabe
si se harán realidad, lo que importa es impresionar. Estamos en elecciones.
A mi modo humilde de pensar, en lo que concierne al poder
local y que trasciende a nivel nacional y departamental, el cáncer que nos ha
hecho tanto daño es la corrupción. Por lo tanto, se tiene que tener en las
propuestas retomar nuestros valores, que abarca no solo a quienes detentan el
poder sino igual a la comunidad. Retomar nuestra identidad como pueblo,
fortalecer la unidad en la diversidad, en el caso de Jacaltenango, es
importante, somos un pueblo con comunidades distintas que nos enriquece pero
que nos interpela para entender mejor los problemas que tenemos que afrontar en
común.
La pobreza no se tiene que ver solo desde el aspecto económico,
sino a un nivel más profundo en el que renovaríamos todo lo que acontece a un
verdadero desarrollo integral. Eso nos invita a buscar el trabajo
intersectorial en nuestra comunidad.
Necesitamos diseñar un verdadero plan de vida como pueblo congregando
a diversidad de sectores que componemos nuestra convivencia.
Por lo tanto, nuestras ofertas no se improvisan, no es un
discurso barato para vendernos, es una
recta intención de servicio y honradez y buscando la integración comunitaria en
la diversidad tan rica que nos toca vivir.
Escrito por David López
Jacaltenango, 22 de mayo del 2,019.
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