Hoy diez de mayo, disfrutando un momento de silencio y
meditación, elevo mi pensamiento al acontecimiento que se celebra hoy, EL DIA
DE LAS MADRES, me inspira escribir estas
líneas y compartirlas.
Todos los días es día de las madres, todos los días es
de gratitud por ellas, todos los días elevamos nuestro agradecimiento a ellas
por el hecho de ser lo que son. Sin embargo hoy se remarca en la tradición. En mi vecindad había serenatas a
las madres, desafortunadamente lo hacia una casa comercial, acentuando su venta
de electrodomésticos. Así es, que no sea solo un día de comercio.
Yo tengo el privilegio de tener a mi madre, una
persona que a través de los años, la contemplo ya anciana, con el pelo blanco,
con los achaques de salud, y su apego a la vida. Es una personita frágil que
inspira ternura, su fe en Dios es un ejemplo a seguir, su generosidad y proyección
al prójimo no obstante su situación, es admirable. Mi mamá esta discapacitada
por sus enfermedades, pero irradia amor, tenacidad, lucha, esfuerzo. Un gran
ejemplo de perseverancia. Así que puedo resumir que es un privilegio tenerla y
que alrededor de ella fraguamos nuestra unidad familiar. Gracias Madre.
De igual modo mi pensamiento va a todas las madres del
mundo, las que con esfuerzo luchan, las que emigran, las que son víctimas de
las guerras y que dan la vida por los hijos.
Cuantas historias vivientes que hace elevar una oración
por todas las presentes y las que ya partieron. Felicidades queridas
Madrecitas.
Escrito por: David López
10 de mayo del 2,019.
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