El día de
ayer viví una experiencia particular. Siempre en el proyecto de ir hacienda
nuestra propuesta política, visitamos comunidades, pero en mi ha estado el
cuestionamiento de no caer en más de lo mismo, propuse hacer una visita
informal a la Comunidad de San Andrés Huista. La idea era ir a conocer, saludar
a las autoridades y explorar.
Tenía muchos
años de no visitar San Andrés Huista, la última vez cuando era acólito en
tiempo del padre David LaBuda, era la primera vez que entró con su jeep, era a
fines de los años 60ss. Era otro tiempo. Pero al entrar ayer iba con la
novedad, tenia curiosidad y me llenaba de ansiedad pero no se los transmitía a
mis compañeros. Lógico, muchos de esos sentimientos también se debían a los
prejuicios hacia esa comunidad, de que son malos, de que hacen su justicia, que
son poco amables, cerrados, etcétera.
Fuimos
entrando, empezaron a aparecer los anuncios de propaganda de los diferentes partidos
políticos, particularmente el de un partido que tiene la administración municipal
actual. Los niños gritaban, viene ¨el alcal¨ y otros vecinos nos saludaban. De
igual modo vi las casas de adobe, pobres, no hay todavía mucha influencia de
remesas del norte. Nos encaminamos a la plaza, ya estaba un partido haciendo su
mitin, algunos vecinos estaban congregados. Llegamos al edificio de la
auxiliatura, estaban varios jóvenes, les pregunte que era su función, me
contestaron que eran polacos, una especie de servicio voluntario de ser policías
y cuidan el edificio. Fui testigo del cambio de turno. Pedimos poder hablar con
los auxiliares, la autoridad local, nos dijeron que teniamos que esperar. Asi pasó
un buen tiempo, mientras llegaba nuestro turno de audiencia, me encamine al
templo, había una celebración de la palabra, la congregación era en su mayoría mujeres
jóvenes y un coro bien entonado que cantaban en poptí. Fue una experiencia maravillosa
que me hizo recordar mis años de trabajo entre las comunidades Qanjobales y Chujes
en el área norte de Huehuetenango. Regrese y mis compañeros esperaban la
audiencia, finalmente fuimos recibidos por las autoridades, pasamos por un
serie de registros donde jóvenes se apostaban, llegamos al cuarto donde estaban
los señores, dos auxiliares vestidos de autoridad con sus varas que los
acreditaban, se veían seguros de lo que hacían. Nos presentamos y nuestra solicitud de poder accesar a la
comunidad. Nos dijeron que sí, que podíamos llegar cuando quisiéramos y que fue
lo correcto avisar primero. Charlamos de otras cosas, una de ellas la creciente
emigración de los jóvenes y los niños hacia EEUU. Salimos y en el parque seguían
los paisanos con su propuesta política en su mitin, dando las formulas como
iban a solucionar todos los problemas.
Mi impresión
fue trasladarme a otros tiempos que se detuvieron, una experiencia rica de cultura
y comunidad, una experiencia de encuentro comunitario y servicio. Una contexto
que quizás no se entiende porque nosotros somos los que hemos perdido esa
identidad. Me sentí completamente extranjero al igual que aquellos otros extranjeros haciendo su
propuesta en la plaza.
Todos
buscamos fórmulas en estos tiempos para hacer nuestras propuestas, pero quizás sea
tiempo de sentarnos todos, juntos buscar soluciones a nuestros problemas. No
son acciones y propuestas de fuera sino desde las comunidades.
Emprendimos
el regreso, contemplé esos campos, cafetales, carentes de atención. Si hay necesidad,
pobreza, pero las soluciones son mas profundas. Nos encaminamos a casa, y todo
lo vivido venía dando vueltas en mi mente. Y pensé en mi país, en los políticos
que quieren solucionar problemas con demagogia y que poco conocen nuestros
pueblos. Mucho por hacer….
Escrito por David López
Mayo 23 del 2,019.
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